Por reiterados proyectiles que cayeron desde la tribuna local del Coloso de Cemento, el partido que igualaban 1 a 1 Rosario y Comercial por la octava fecha del torneo Apertura en el Promocional Liguista fue suspendido esta tarde.
El encuentro, que tuvo muchísimas aristas -futoblísticas y extra futbolísticas- para analizar, se interrumpió en más de una ocasión durante el complemento y el juez Juan Cruz Aispuro, de pobre labor, decidió darlo por finalizado cuando se jugaban 37 minutos del complemento.
En el primer tiempo se vieron goles y emoción dentro de la cancha. El Portuario comenzó ganándolo por un penal (que Pedro Fernández terminó ocasionado al tocar la bola con la mano) convertido por el ex Rosario Leandro Martorano, quien le picó la pelota a Nicolás Stella desde los doce pasos para abrir el marcador cuando se jugaban 22 minutos.
Comercial se adueñó del resultado pero no del trámite, y así fue como Rosario llegó al empate: a los 46, en la última del primer tiempo: desde un envío bombeado de Lezcano por derecha, la pelota sobrevoló el área y el misionero Mauro Gómez la capturó con la cabeza para igualar el partido y anotar su cuarto gol en siete presentaciones con la casaca francesa.
En contrapartida, el complemento estuvo cargado de polémicas y violencia, principalmente después de los 20 minutos, cuando Stella -luego de querer despejar el balón sin éxito- tomó la pelota con sus manos fuera del área cortando un avance claro de Silenzi que tenía destino de gol. Sin embargo, y ante la sorpresa de todo el estadio, Aispuro sólo sacó amarilla.
Casi sin recuperarse de la jugada anterior, el árbitro volvió a ser protagonista, en este caso equivocándose al expulsar con roja directa a Maximiliano Brunelli por una falta sobre Debliger que no pareció ser tan violenta. Los jugadores visitantes se le fueron “al humo” e incluso De Giorgio se excedió en su airada protesta abalanzándose sobre el juez.
Hasta debió ingresar personal policial, pero Asipuro insólitamente reanudó las acciones sin mostrar siquiera una amarilla. Se jugaban 24 y el ambiente comenzaba a “picarse”.
Y a los 37, cuando más Rosario parecía encontrarle la vuelta al hombre de más y la visita se refugiaba, un proyectil cayó desde la tribuna local sobre la humanidad de Lucas Niancucheo, quien se arrojó al suelo con gestos de mucho dolor. El árbitro se acercó y señaló que suspendería el partido si volvía a caer algún objeto contundente, cosa que ocurrió apenas segundos después, al mismo momento en el que Juan Bautista Garay contó con una chance inmejorable de poner al Tricolor en ventaja.
Aispuro (a quien por momentos se lo vio sobrepasado a la situación) decidió cruzar sus brazos en alto señalando la finalización del juego, que tuvo además escenas de violencia en la tribuna visitante, donde hinchas de Comercial rompieron parte del alambrado de su sector.
De esta manera, un par de inadaptados dejaron a Rosario sin la posibilidad de ganar el partido y frustraron el presente y el futuro de un Tricolor que fue masticando bronca en un contexto de incertidumbre, ya que deberá aguardar en la semana qué decisión tomará el Tribunal de Penas de la Liga del Sur.
SÍNTESIS:
ROSARIO 1: Nicolás Stella; Franco Bocca, Pedro Fernandez, Nicolas Orellana, Emanuel Rosales; Ezequiel Nanco, Blas Gueper, Agustín Lezcano, Ezequiel González; Mariano Debliger y Mauro Gómez. DT: Marco González.
COMERCIAL 1: Francisco Taboada; Emanuel Cartes, Maximiliano Brunelli, Leandro Giordano, Fernando Kessler; Mateo Silenzi, Gianfraco Gullacci, Agustín De Giorgio; Leandro Martorano; Julián Troncoso y Cristian Ramos. DT: Marcelo Katz.
Goles: 22’PT Martorano (C), de penal; 46’PT Gómez (R).
Árbitro: Juan Aispuro (ABA)
Cancha: Rosario
