En una clara demostración de carácter, actitud y respaldo a un entrenador que venía en la cuerda floja, Sporting derrotó por 2 a 0 a Liniers, quien llegaba al Enrique Mendizábal como escolta del líder San Francisco, por la octava fecha del torneo Apertura de Primera División de la Liga del Sur.
El Rojinegro cambió la cara por completo y superó a su rival de principio a fin. Volcando sus ataques por el sector derecho, tuvo en Lautaro Bartoloni un hombre clave para lastimar por el carril y, además, generar situaciones de gol. Sin embargo, el primer tiempo finalizó injustamente 0 a 0, luego de que los locales hayan creado no menos de tres situaciones claras ante el arco visitante.
Pero, lejos de desmotivarse, en el complemento salió a buscarlo aún más decidido. Y vaya si estuvo decidido Franco Pane, quien -cuando apenas transcurrían 3 minutos- recibió de Cortéz y amagó ante Der para sacudir un remate furibundo desde 30 metros que se colocó en el palo izquierdo de un Falcioni que sólo atinó a volar. Golazo y delirio en el Mendizábal: parecía que un zapatazo de semejante calibre era lo que hacía falta para romper el maleficio.
La ventaja le dio tranquilidad para manejar el balón y, si bien en ningún momento dejó de luchar, con el ingreso de Alejandro Otero desde el banco, tuvo más paciencia a la hora de ir a buscar el segundo gol que defina la historia.
Tal es así que a los 23, el enganche surgido en las inferiores Rojinegras aguantó en el área, giró y cedió para un Bartoloni que no dudó al tocar al medio del área. Pane, casi como en un penal en movimiento, remató seco y colocó el 2 a 0 que sentenció todo.
Quedaron 20 minutos sólo para la búsqueda incesante de Liniers con envíos aéreos y la solvencia de un muy seguro Hernán Herrera para responder.
El pitazo final de Vega llegó para el alivio de todo el pueblo Sangre y Luto, que por fin pudo vivir una tarde de fiesta y también para Nicolás Ballestero, quien sintió el respaldo de un plantel que dio la cara y demostró que quiere salir del fondo de la tabla.
FOTO: Prensa C.A.S.