El escenario se repite y el fastidio crece. Ayer por la tarde, en el marco de la sexta fecha del torneo Apertura de la Primera A liguista, Sporting igualó 1 a 1 frente a Bella Vista en el Enrique Mendizábal y extendió su racha negativa como local: ya son cinco partidos consecutivos (en este torneo) sin sumar de a tres en su propia casa.
El Rojinegro lo ganaba con un tanto de Alan Gigena, quien aprovechó un yerro del arquero Lugo -calculó mal un centro al área- a los 25 minutos del primer tiempo, pero no supo sostener la ventaja.
En el complemento, Bella Vista lo empató con la inexorable ley del ex. Otro grosero error defensivo (uno más en medio de un torneo plagado de equivocaciones) provocado por la presión de Santiago Llanos, motivó el tanto de “Pachu” Intrevado, quien libre de marcas desde el punto penal, puso el 1 a 1.
De ahí en más, el trámite se volvió trabado, con más nervios que ideas, y con un Sporting que volvió a mostrar las mismas limitaciones ofensivas de los últimos encuentros. Eso sí: sobre el final hubo un claro penal a Thiago Faur no sancionado por el juez Pablo Leguizamón.
El equipo de Sebastián Polla parece haber perdido la mística en su cancha. La presión, el empuje y ese “algo más” que siempre caracterizó al Rojinegro en Punta Alta, hoy parecen diluidos en un presente que preocupa.
Más allá de que en esta frenética racha ahora tendrá cuatro partidos seguidos en condición de visitante, cinco encuentros sin ganar como local no es una estadística menor. Más aún cuando los hinchas, fieles como pocos, siguen acompañando y esperando una reacción que no llega. El tiempo apremia, y la paciencia empieza a agotarse…
FOTO: Prensa C.A.S.