En una tarde para el infarto, Rosario Puerto Belgrano volvió a demostrar que el Coloso de Cemento de Humberto Primo y Villanueva es su fortín.
Con alma, garra y el corazón en la mano, el Tricolor se quedó con un sufrido 2-1 ante Pacífico de Cabildo por la semifinal del Torneo Apertura de la Primera B liguista, y se ganó el derecho a soñar con la gloria: jugará la final de los playoffs en su casa, ante Comercial.
El partido empezó cuesta arriba desde el vestuario: a los 6 minutos, Ariel Montero aprovechó una desatención e, imparable, puso en ventaja a la visita. El silencio de la gente duró poco, porque Rosario sacó a relucir todo su poderío ofensivo.
A los 25, tras una gran jugada colectiva, Julián González metió un centro venenoso desde la derecha, Cornou la bajó y Tomás Vázquez García —infalible, con 3 goles en 2 titularidades— fusiló al arquero para el empate.
Y apenas tres minutos después llegó la remontada: un córner peleado hasta el final derivó en una media vuelta de Pedro Fernández que dio en la mano de Coronel dentro del área. Aispuro no dudó: penal. Con frialdad, Federico Pinedo la puso contra el palo para el 2-1 y desató la locura en las tribunas del Coloso.
El complemento fue a puro sufrimiento. Pacífico apretó, llenó de centros el área y ahí emergió la figura gigante de Facundo Charmelo, que tapó varias y tuvo su punto cúlmine con una doble atajada imposible a los 43 para sostener la ventaja y sellar la clasificación.
Rosario ganó. Rosario sueña. Y Rosario jugará la final de los playoffs del Apertura ante Comercial, que dio el golpe eliminando a La Armonía por 2-0 en el Hermanos Francani. El domingo, nuevamente en casa y con su gente, el Tricolor irá por todo: si gana, jugará la final extra ante el Velezano, que tiene la ventaja deportiva.
Los de Peco Gómez Peña siguen haciendo historia. Porque este equipo nunca deja de creer…